miércoles, 22 de abril de 2015

El grupo 6+1 vuelve a reunirse en Viena con motivo del programa nuclear iraní

En los últimos años Irán ha estado sometido a acusaciones y una creciente presión debido a su programa nuclear. La desconfianza internacional hacia las intenciones de  República Islámica no ha hecho más que aumentar desde el descubrimiento de sus intentos de hacerse con armas nucleares y el programa secreto. Irán ha respondido a todas las acusaciones defendiendo los fines pacíficos de su programa.  En un principio EEUU y los países aliados pretendían la suspensión del enriquecimiento de uranio, el cuál es el eje del programa nuclear. Con la constatación de que todas las sanciones internacionales impuestas a Irán no frenaban su empeño por el programa, el objetivo se transformó y se centró en que la República Islámica aceptara una serie de limitaciones temporales a su programa. En 2013, un grupo de seis países (Estados Unidos, Reino Unido, Rusia, Francia, China y Alemania) más Irán alcanzaron en Ginebra un acuerdo que ha hecho historia. El acuerdo aceptaba el derecho de Irán de enriquecer su uranio y acordaba atenuar todas las sanciones impuestas contra él a cambio de que el país cumpliese con lo acordado. Irán ha mantenido su postura ante su programa y ha adoptado una actitud negativa ante estos acuerdos. Este acuerdo entre las comunidades internacionales e Irán sobre el programa no ha hecho más que dividir el mundo árabe, muchos han acogido la noticia con optimismo y muchos otros la han cogido como una amenaza.

En estos últimos meses el conflicto en Yemen ha complicado notablemente la negociación nuclear. EEUU ha tenido una gran influencia durante este conflicto, ha dificultado la negoción por el apoyo de ambos países a diferentes bandos en Yemen. Obama se juega el desenlace y el final de éxito o fracaso de esta política exterior en los próximos meses. Por otro lado Israel pretende llevar a cabo la “operación 30 de junio” contra el acuerdo sobre el plan nuclear iraní.  “Irán es la muerte, la tiranía y la yihad” comentaba el primer ministro de Israel, Netanyahu, ante el congreso de EEUU.  Sus intenciones son tener una actuación rápida si Irán abandona la mesa de negociaciones ya que eso podría suponer una amenaza para la supervivencia de Israel. La posición rusa respecto al programa iraní está definida por intereses políticos, económicos y estratégicos. Moscú se opone radicalmente a que Irán posea armas nucleares por el peligro de alcance de territorio ruso que sustentaría y el gran problema que eso supondría. Así pues, Moscú manifiesta que el agravamiento del conflicto puede obligar a Rusia a no participar en el programa nuclear iraní y muestra su cooperación para la resolución de esta crisis solo el caso de que esta no tenga connotaciones militares. La UE cometió un gran error estratégico tras respetar los intereses de EEUU pero actualmente mantiene la postura de no imponer más sanciones a la República Islámica respetando la resolución de esta crisis lo antes posible mediante un acuerdo. China mantiene una postura similar a EEUU. 

Irán y la seis grandes potencias se han reunido hoy en Viena para comenzar la negociación  y concretar el acuerdo alcanzado el pasado día 2. Los detalles del documento final puede ser motivo de nuevas discusiones por lo que se piensa que este no será el final del conflicto.